Geriatrico

Howard tiene 95 años y vive en un geriátrico.
Todas las noches después de cenar, Howard se recluye en un sector apartado del jardín.

Una noche, Evelyn, de 87 años, se le acerca.

Comienzan a charlar y él le dice a ella:
"¿Sabes que es lo que más añoro de todo?"
"¿Qué?"
"¡el SEXO!"

Evelyn exclama:
"¡Viejo verde, pero si no se te levantaría, ni aún si apuntara una pistola a tu cabeza!"
"Ya lo sé" dijo Howard, "pero sería lindo si una mujer me la sostuviera, aunque más no fuera por un rato"
"Bueno, puedo ayudarte" dijo Evelyn; y uniendo el gesto a la palabra, le baja la cremallera, le saca suavemente el miembro y se la mantiene en la palma de la mano.

Acuerdan encontrarse secretamente en el jardín cada noche, donde se sentarían a charlar un rato y Evelyn le sostendría por un rato.

Una noche, sin embargo, Howard no apareció en el lugar convenido.

Alarmada, Evelyn empezó a buscarlo por todos lados para asegurarse que estuviera bien.

Terminó por encontrarlo sentado al borde de la pileta, junto a Ethel, quien estaba sosteniéndosela.

Furiosa, Evelyn lo increpó:
"¿qué tiene Ethel que yo no tenga?"

Howard sonrió feliz y le contestó:
"Parkinson..."