Una mujer y un hombre chocan de frente en sus coches, el golpe fue grande, quedando los coches completamente destrozados. Pero increíblemente ninguno de los dos salió lastimado. Después de salir de los coches la mujer dice:
- Ay!, por Dios!, mira nuestros coches, no quedo nada de ellos y milagrosamente no tenemos ni un rasguño, esta debe de ser una señal de Dios de que nosotros deberíamos de conocernos, ser amigos y vivir juntos en paz por el resto de nuestros días.
El hombre escucha esto y piensa, que no esta tan mal ese razonamiento, después de todo puede que salga algo bueno de esto y dice:
- Oh si, yo estoy de acuerdo contigo completamente, esta debe de ser una señal de Dios.
La mujer continuó:
- Y mira, aquí hay otro milagro, mi coche esta completamente destruido pero esta botella de vino no se quebró, de seguro Dios quiere que nos tomemos esta botella de vino y celebremos nuestra buena suerte.
El hombre empieza a mostrar una pequeña mueca de sonrisa, mira a la mujer y la ve muy atractiva, detalle en el cual no había reparado hasta ese momento. Ella le da la botella, y el mueve su cabeza en acuerdo, la abre, se toma la mitad y se la devuelve a la mujer que lo miraba con esos hermosos ojos verdes.
La mujer toma la botella e inmediatamente le pone el tapón y se la devuelve al hombre. El hombre pregunta:
- Pero... ¿no vas a tomar?
- No, mi amor -responde ella- yo mejor voy a esperar a la policía para ver que explicación les das por el aliento a alcohol que traes.
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